Situado en la calle San Juan de Letrán del centro malagueño, K&L o Kipfer para los habituales, es el lugar predilecto de lo mejor de lo peor. Al variopinto grupo de amigos que desde hace doce años se forjó en torno al “Miss Noruega”, se suman ahora, cada día, artistas de toda calaña y especialidad. Desde creadores gráficos a teatrales o músico-vocales, su animada presencia dan una impronta rompedora e innovadora a este espacio, donde conviven también con asiduos de aspecto más “respetable”, como esos matrimonios o parejas de toda edad y vestimenta que se acercan al Kipfer cualquier noche tras salir del vecino Teatro Cervantes.
El espíritu de K&L subraya este ambiente de tolerancia, de respeto, de alegre casualidad. Una convivencia singular de la diversidad, donde la mezcla de opiniones políticas, estéticas o de identidad se convierte en una tregua para los sentidos, en un oasis donde toda visita se torna en una agradable sorpresa.
Kipfer es, por derecho propio, un afamado y moderno gastrobar de la oferta malagueña, con el añadido atractivo de las exposiciones mensuales de fotografías o lienzos que muestran las creaciones de los artistas pictóricos más emergentes de Málaga.
La colaboración con EA Málaga ha dado proyección a las actividades de K&L, siempre elegidas con la sagacidad de su responsable, José Kipfer. Esta ruta cultural ha puesto su foco en diversos proyectos artísticos como, entre otros, el de Ismael Muñoz y Sara Fábrega titulado “Encuentros en la cuarta fase”. Una “performance” de apoyo al colectivo LGTBI+ en la que dos personas, caracterizadas cada una como mitad hombre y mitad mujer, blandían la palabra “Soy” como lema. Un retrato sobre el aprendizaje y la autoafirmación de cualquier identidad. Mujeres, hombres, gays, bisexuales, transexuales… Un proyecto donde toda la comunidad de Kipfer pudo verse reflejada, con orgullo.